Vida

Stefan Hiss

(*1965, en San Esteban, Tamaulipas, México)
Hace 25 años, la fayuca del Tequila era todavía un negocio rentable. Desde entonces, las bandas que operan internacionalmente tomaron el transporte de éste y otras drogas duras. El riesgo que implicaba o que la competencia lo hiciera papilla, se volvió incalculable. La decisión de cambiar su profesión y adoptar al acordeón como instrumento, fue para Stefan lógica. Y es que aquí también hay competencia por el trono del rey del acordeón, sin embargo, los derramamientos de sangre raras veces suceden durante estos enfrentamiento musicales.

Bernd Öhlenschläger

(*1972, en San Bernardo, Chihuahua, Méx.)
Criado en la apartada Hacienda "El Quinto Coño", desde sus años mozos, Bernd tenía que reparar alambradas, castrar novillos, matar coyotes y montar cimarrones. Después, un navajazo resultado de un duelo a espada lo ató durante algunas semanas a la cama. El aburrimiento lo llevó a practicar complicados ritmos cruzados en la batería. Con el talento que adquirió de esta manera, sigue sonando en los corazones de la gente.

Lucia Schlör

(*1970, en Santa Lucía, Texas)
Después de años como vaquera, reina del rodeo, artista del floreo de la reata y experta texana multifacética en la monta de toros, Lucia ahora le echó el ojo a una tarea menos peligrosa, aunque no siempre menos dolorosa: la interpretación de canciones Country. A diferencia de otros artistas del género, conoce el bronco negocio del pastoreo de vacas muy bien y este antecedente le confirió a su obra una gran profundidad.

Joscha Brettschneider

(*1989, en San José, Sonora, México)
En las cantinas y bares de su lugar de nacimiento, Joscha desarrolló, a pasar de su juventud, un talento interpretativo notable. No obstante su destreza en el manejo de los dados y las cartas, esto le acarreó a menudo problemas. Así que reiteradamente tenía que esperar del otro lado del Río Grande, hasta que la situación en su casa se calmara. Actualmente utiliza su destreza manual en la interpretación de la guitarra eléctrica de manera sensata, ya que detrás de bambalinas se prohíbe el juego de póquer.